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De la Pirámide de las marcas a la Pirámide del Poder ser

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Artículos
Año
2024

La Pirámide de Maslow, que representa la escala de las necesidades humanas y cómo se deben satisfacer para pasar a las siguientes, es una teoría del psicólogo estadounidense Abraham Maslow que tenemos muy presente en el día a día de Soluble.

Hay dos motivos principales: el primero es que nuestro CEO, Ismael Barros, se ha apoyado en ella para tomar decisiones estratégicas durante toda la vida de Soluble. Y el segundo es que ese ejercicio de reflexión le llevó a definir la Pirámide de las marcas, una herramienta que —haciendo un paralelismo con la pirámide de Maslow— ayuda a entender qué necesidades tienen las organizaciones y cómo evolucionan. Además, ofrece un recorrido interesante porque permite hacer un paralelismo con la trayectoria profesional de cada persona.

Esta última extensión de la ‘teoría’ es, precisamente, de lo que hablamos en esta edición de Solublabla.

Conquistar un peldaño para alcanzar el siguiente

Maslow defiende que, para alcanzar un peldaño de la pirámide, tenemos que tener resuelto antes el escalón previo. Por tanto, sin nuestras necesidades fisiológicas resueltas y sin sentirnos seguros, no podremos atender nuestros vínculos sociales o efectivos con eficacia.

Por suerte, en nuestra burbuja de sociedad capitalista occidental, la mayoría nos situamos en los peldaños superiores, preocupados por ese reconocimiento y por la sugerente idea de "ser feliz", tan indefinida y tan fácil de apropiar al mismo tiempo.

En un contexto como este, muchas veces, los cambios laborales están relacionados con alcanzar el peldaño del reconocimiento. Ya hemos ganado confianza y respeto y estamos listos para perseguir un estado de conciencia y plenitud superior. Una reformulación del ‘éxito profesional’ en toda regla que, en realidad, es un destino —la cumbre— para el que se deben dar unas condiciones que dan lugar a lo que hemos bautizado como Pirámide del Poder ser.

De la base al vértice

Si llevamos los conceptos de Maslow y de la Pirámide de las marcas a nuestra vida profesional, podríamos encontrarnos con esta representación de cinco elementos: trabajo, condiciones, entorno, proyección y Poder ser.

  • Trabajo. Es lo mínimo indispensable para alcanzar la plenitud. El equivalente a las necesidades fisiológicas. Sin esta base de la pirámide, el resto de deseos no se pueden satisfacer.
  • Condiciones. Una vez tenemos un trabajo, el siguiente escalón es contar con una posición que ofrezca unas condiciones determinadas —salario, horario, lugar de trabajo— que se ajusten a nuestro plan de vida.
  • Entorno. Si tenemos la la suerte de tener un trabajo con unas condiciones que nos satisfagan, se activará una nueva necesidad: buscar un buen contexto de trabajo, en el que existen vínculos de calidad con nuestras compañeras y líderes y un buen ambiente.
  • Proyección. Será entonces cuando tener un trabajo con unas condiciones y un entorno adecuado no sea suficiente. En ese momento, buscaremos proyección y crecimiento. Centrarse en conseguir recorrido e impacto a través de un plan de carrera y del reconocimiento que tenemos. La antesala de la cima.
  • Poder ser. Llega el momento de la autorrealización, la cumbre. En Soluble hablamos de Poder ser. Lo llevamos por bandera porque nos permite conocernos, aceptarnos y ser congruentes con nuestros valores y nuestro propósito en una empresa que nos dé todo lo anterior.

En Soluble, buscamos que las personas sean más felices en su trabajo. Por eso, buscamos que la realidad laboral contribuya a una vida plena, siempre persiguiendo la autenticidad, el Poder ser. En la vida y en las marcas. Porque es una herramienta para vivir y trabajar mejor. La escalada no es fácil, pero contamos con el potente motor de la esencia de cada persona y cada organización.

En Soluble nada ocurre por una única persona. Para hacer este post posible ha sido necesaria la intervención de Ismael Barros y Cristian R. Marín en la redacción y de Celia Santos en el diseño visual y la animación. Este post es una adaptación de una reflexión de Ismael en su perfil de LinkedIn.