¿Hablamos?

Primero, que nos haces muy felices. Segundo, que tratamos la información de forma totalmente confidencial. Y tercero, que se inicia una conversación que puede ser muy bonita en la que intentaremos empezar a darle forma a una colaboración.

Ojalá tuviésemos una respuesta estándar para esto. Si has echado un ojo a la página de CÓMO ya sabes que trabajamos a medida. Que nos esforzamos por profundizar, empatizar y entender para después proponer y resolver. Así que... depende.

No funcionamos con un menú de servicios. Ni con un "dime cuánto tienes y eso es lo que te cobraré". Lo que nos guía es el entregable y la dedicación que acordemos. De ahí, lo traducimos a nuestra forma de tarifar con módulos (para que esa estructura nos dé más flexibilidad) y le echamos horas, esfuerzo y cariño. Vaya, que la rentabilidad del proyecto es cosa nuestra.

Nos escribes. Nos conocemos y hablamos. Te haremos algunas preguntas, charlaremos de qué está pasando, de las intuiciones que ya hay y de los aprendizajes acumulados. Desde ahí trabajaremos en una propuesta de plan de trabajo y sobre ella empezaremos a darle forma conjuntamente, pensando en los objetivos y necesidades y en cualquier consideración que haya (como de calendario o presupuesto). Y realmente es un proceso que nunca termina. No tendremos la osadía de decirte que podemos leer el futuro. Iremos avanzando paso a paso y afinando cuando toque.